DATOS TÉCNICOS DE LA FOTOGRAFÍA DEL CARTEL OFICIAL
DE LA SEMANA SANTA VALLISOLETANA 2007
La fotografía del cartel oficial de la Semana Santa vallisoletana 2007 está realizada con una cámara digital marca Nikon, modelo D100, el día 14 de abril de 2006, Viernes Santo, a las 13:00 horas, durante la celebración del Sermón de las Siete Palabras en la Plaza Mayor de Valladolid.
Para su ejecución se utilizó un objetivo Nikon 70-300 mm., colocado en una longitud focal de 165 mm., aplicando una apertura del obturador F/10, y un tiempo de exposición de 1/60 de segundo. Se colocó el dispositivo de medición de la luz otorgando la prioridad a la apertura de obturador, compensando la exposición en 1,7 pasos. No fue necesaria la utilización de flash de apoyo al estar el cielo encapotado y no presentar sombra alguna la escultura, mostrandose en todo su detalle las formas y coloración de la talla.
Se utilizó el teleobjetivo para centrar la atención en la cabeza y torso del crucificado, intentando captar las tonalidades de piel y sangre que presenta el cuerpo exangüe y cadáver, intentando resaltar así todo el dramatismo de la imagen, aislándolo de cualquier otro elemento que pudiese distraernos de esta finalidad.
La imagen se editó con el software de creación Adobe Photoshop CS2, subiendo el brillo, bajando un poco el contraste, eliminando un par de orlas doradas del trampantojo negro que está en la parte posterior del paso, tocando ligeramente las curvas de nivel y aplicando una máscara de enfoque.
SEGUNDO CARTEL SEMANA SANTA 2007
PRESENTACIÓN DEL CARTEL DE LA SEMANA SANTA DEL 2007 DE VALLADOLID.
Por José Ignacio Foces Gil
Ilustrísimo señor alcalde, señor presidente de la Junta de Cofradías, autoridades, señoras y señores,
Cuando don José Miguel Román me encargó la presentación del cartel de la Semana Santa de Valladolid de este año 2007 –encargo que agradezco muy honrado-, a punto estuve de decirle que la mejor presentación era el silencio. Porque, desde la mayor sinceridad, la palabra creo que no debe romper el innegable ambiente de silencio que necesita acompañar a la contemplación de esta extraordinaria fotografía de José María Pérez Concellón. Superé inmediatamente esa tentación de sugerir silencio porque, vencida la primera impresión de solemnidad que me provocó esta imagen, me puse a pensar y a viajar en el tiempo de la mano del Cristo del Paso “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu”, majestuosa talla que llena el cartel de la Semana Santa de Valladolid del año 2007, de la misma forma que llena, junto a las tallas de los ladrones que le acompañan sobre la carroza, las calles y la Plaza Mayor vallisoletana, escenario del acto por excelencia de la Semana Santa de esta ciudad, el Sermón de las Siete Palabras.
La historia de la cofradía titular de este paso recoge varios nombres, además del ya señalado, para esta talla: Cristo de las Mercedes, Cristo de la Misericordia o incluso Cristo de la Luz, aunque este más nos transporta al Palacio de Santa Cruz y a la gubia de Gregorio Fernández. También, si hacemos caso a dos periodistas que conocen la Semana Santa como nadie en esta ciudad, Francisco Cantalapiedra, compañero en EL NORTE DE CASTILLA, y José Delfín Val, este Cristo es el del paso “Et cum iniquis reputatus est” (Y fue reputado entre los malvados). Pero este crucificado de Santiago (y van seis denominaciones), como también es conocido, tiene para los vallisoletanos de a pie, para los que contemplamos la Semana Santa desde las aceras, en las que nos pusieron nuestros padres cuando nos tenían que sostener en brazos, a las que nos llevaron cuando tenían que auparnos y a las que, desde que dejamos la niñez, vamos solos, porque los vallisoletanos no faltamos a la cita con nuestros pasos, esta imagen del cartel del 2007 para los vallisoletanos de a pie es “el Cristo del Paso Grande de las Siete Palabras”. Porque en Valladolid, decir el Paso Grande es sinónimo de tres tallas que saca en procesión la Cofradía de las Siete Palabras: Cristo crucificado, de Francisco de la Maza o de Pompeyo Leoni (que pese al paso de los siglos parece que aún no existe un criterio único entre los expertos para atribuir a uno de estos dos imagineros la autoría de la talla; de hecho, en numerosas publicaciones uno u otro aparecen como autores del trabajo), y los dos ladrones, réplicas de los de Gregorio Fernández que se guardan en el Museo Nacional de Escultura Policromada en el grupo conocido como la Sexta Angustia. Por cierto, permitan un inciso sobre esta pareja de ladrones. Cuenta la leyenda que Gregorio Fernández trató de vengarse del Duque de Lerma por una deuda tallando la cara de este en la imagen de Dimas, el buen ladrón. Desde que me enteré de esta historia no alcanzo a ver esta venganza, puesto que de querer vengarse, de querer hacer daño el maestro imaginero, nada habría sido más lógico que colgar al duque el sambenito de ver su cara reflejada en el rostro de Gestas, no en el de Dimas.
Pero volvamos al cartel que tenemos ante nuestros ojos. No es la primera vez que el Cristo del Paso Grande de las Siete Palabras anuncia la Semana Santa vallisoletana. La información que guardan el Ayuntamiento y la Junta de Cofradías permite comprobar que es la cuarta vez que este Cristo sale en un cartel. Lo hizo por primera vez en 1950, en una aguada de color sepia que muestra el paso a la entrada de la Iglesia de Santiago. Volvió al cartel, completo, en 1963, ya en fotografía con las tres tallas, camino de la Plaza Mayor ante el que fuera colegio de las Dominicas Francesas; el Cristo y los dos ladrones repitieron como cartel en 1967, esta vez en una foto que tenía como fondo del paso la Academia de Caballería. Y ahora, cuatro décadas después, de nuevo el Cristo, además con un detalle al que volveré más tarde, anunciará la Semana Santa de Valladolid por todo el mundo, porque en todo el mundo se muestra este cartel gracias a que llega a todas las embajadas de España en el extranjero. Y no habrá provincia en España, ni gran ciudad, ni villa que se precie a la que no llegue este cartel. Ni pueblo en Valladolid, ni parroquia que no muestre en algún lugar destacado al Cristo del Paso Grande de las Siete Palabras para decir a todos, hombres y mujeres, creyentes o no, niños y adultos que Valladolid abre los brazos para recibir a quienes quieran contemplar cómo toda una ciudad, porque es toda la ciudad la que vibra esta semana grande, la semana por excelencia a orillas del Pisuerga, cómo toda una ciudad muestra orgullosa el más completo e inigualable conjunto de esculturas policromadas de la Pasión de Cristo que salieron de las gubias de grandísimos maestros como Gregorio Fernández, Juan de Juni, Francisco de Rincón, Andrés Solanes, Francisco Díez de Tudanca o Juan Guraya, por citar a varios de los responsables, benditos responsables, de que en pleno siglo XXI el arte se convierta en la más preciosa de las formas con las que una ciudad se echa a la calle para rememorar la Pasión, Muerte y Resurrección de, nada más y nada menos, que el Hijo de Dios.
Les decía que no es la primera vez que el Paso Grande de las Siete Palabras anuncia la Semana Santa vallisoletana, como no es la primera vez que esta cofradía centra el principal modo de dar a conocer los desfiles procesionales. A los de 1950, 1963 y 1967, hay que añadir los de 1955, 1958, 1969, 1970 y 1979. Con el de este año, por tanto, es la novena vez que las Siete Palabras protagonizan el cartel de la Semana Santa. Los archivos del Ayuntamiento y de la Junta de Cofradías respaldan este dato que convierte a la cofradía que más pasos alumbra en la que más veces ha ilustrado el cartel.
Pero si Francisco de la Maza hizo posible que este Cristo pueda ser venerado y sacado en procesión por las Siete Palabras, quien ha hecho factible que aparezca en el cartel es el autor de la fotografía, José María Pérez Concellón. Porque para hacer esta foto solo se puede ser José María Pérez Concellón. Dirán ustedes que, “claro, que cosas dice este hombre. Si el que ha hecho la foto es Pérez Concellón…”. Tirafotos somos muchos; pero para fotógrafos han sido llamados unos pocos; muy pocos; y para fotógrafos de Semana Santa y, en especial de la Semana Santa vallisoletana, la nómina se ha hecho muy corta. No sé si es ley de vida, pero en esta materia muy pocos han sido los elegidos y Pérez Concellón está ya en el grupo de los profesores de fotografía de Semana Santa. Y se lo dice a ustedes alguien que, como yo, puede jactarse de trabajar codo con codo cada día con unos auténticos artistas de la fotografía como son Ramón Gómez, Gabriel Villamil y Henar Sastre, fotógrafos de EL NORTE DE CASTILLA. Pero, qué quieren que les diga, llegada la Semana Santa me declaro, si me permiten la expresión, me declaro “concellonista”; espero la llegada del cartel casi con la misma tensión y emoción que un niño espera la noche de Reyes. Y todo gracias al ojo de José María Pérez Concellón; porque es su ojo, el encuadre que él decide, el que al final se convierte en el ojo y el encuadre de todos los vallisoletanos para la Semana Santa.
“José María es un nuevo imaginero que, apoyándose, en los cambiantes juegos de la luz, en los contraluces y los ocasos de esa Pasión, Muerte y Resurrección que se representa por nuestras calles, nos ofrece el escorzo más dramático y el gesto más dolorosamente depurado que buscó el escultor”. Estas palabras no son mías; las escribió mi admirada, siempre admirada compañera, la periodista Maribel Rodicio en el prólogo del libro “Estampas de Pasión” de José María Pérez Concellón. Yo, contemplando este cartel, podría narrarles a ustedes muchas sensaciones. La primera, la que me produce como cofrade vallisoletano; como ciudadano de Valladolid, al margen de las creencias religiosas; o la de mero espectador de muchas procesiones; o la de vallisoletano que ejerce de anfitrión de amigos y familiares y trata de mostrarles todo lo que puede de la Semana Santa. Pero, miren, la que sí les voy a decir a ustedes en este acto de la presentación del cartel es la sensación que más me ha marcado después de muchos minutos de contemplarlo: Cuando me llegue la hora de estar cara a cara ante el Hijo de Dios, me gustaría tener la mirada tan limpia como para que la impresión que de Él quede en mi retina sea al menos tan majestuosa, cristalina, serena, distinguida, delicada, en definitiva, tan hermosa como ha resultado en la fotografía que ha sido elegida por la Junta de Semana Santa para anunciar los desfiles procesionales de este año 2007.
Permita, señor alcalde, que eche mano de una frase suya para terminar esta presentación. Hace ocho años, cuando prologó el libro “Carteles de la Semana Santa de Valladolid”, usted escribió: “Un cartel es mucho más que un reclamo”. Viendo el cartel de este año del Cristo del Paso Grande de las Siete Palabras no puedo por menos que recordar aquella frase y exclamar: ¡A la vista está!.
Muchas gracias.
Valladolid, 20 de enero del 2007